La comprensión de la preparación física en nuestro deporte cada vez es más completa y es que el gran número de variables que intervienen en el juego hacen necesario una adaptación del trabajo de preparación física. Cada día, se dan nuevos pasos de gigante y se abren nuevas posibilidades.

Gabo Loaiza, graduado en CCAFyD, entrenador Superior de Baloncesto y con formación en alto rendimiento y coaching y psicología de Alto Nivel deportivo, además de entrenador ayudante del equipo sueco de 1ª división Wetterbygden Stars, nos acerca una visión amplia de la evolución que a día de hoy está siguiendo la preparación física en el baloncesto.

En el artículo podrás conocer cómo se está adaptando la preparación a la realidad del baloncesto y cómo de importante es relacionar los diferentes componentes físicos, cognitivos y psicológicos en el entrenamiento y la preparación física, buscando en todo momento que estén conectados.

Desde la FBCV, queremos agradecerle a Gabo su colaboración en la elaboración del artículo, el tiempo dedicado y la facilidad en la transmisión de las principales ideas de cómo está evolucionando nuestro baloncesto en la actualidad y su relación con la preparación física.

 

1. INTRODUCCIÓN

Cuando decidí estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, lo hice convencido de que me ayudaría a conocer, desgranar, profundizar y analizar los elementos básicos que componen el rendimiento en baloncesto, lo que me convertiría en un mejor entrenador.

Nunca me he considerado Preparador Físico, sino entrenador de baloncesto. Los entrenadores lo somos por convicciones. Hubo teorías, ideas, experiencias, … que cambiaron mi forma de entender el deporte y su entrenamiento. Una de ellas es la Periodización Táctica.

Este modelo de organizar el entrenamiento satisfacía mis necesidades e inquietudes, ya que explica el entrenamiento desde una perspectiva sistémica, donde todos los elementos o dimensiones del rendimiento en baloncesto se manifiestan de forma interconectada.

La ciencia avanza hasta tratar de explicar desde un punto de vista sistémico los procesos de enseñanza-aprendizaje y de rendimiento en los deportes. Todo está relacionado, el entorno nos influye y nosotros influimos al entorno.

No entiendo la preparación física sin entender la realidad del humano-deportista y las necesidades técnico-tácticas de nuestro juego.

Con este artículo, mi intención no será otra que daros una aproximación a la periodización táctica aplicada al baloncesto y ejemplificar una progresión sencilla de tareas y contenidos a trabajar de acuerdo a esta modalidad de entrenamiento.

Como todo trabajo, es un trabajo incompleto. Un trabajo que necesita de la revisión continuada. Muchas de las ideas son extraídas de mi Trabajo Final de Carrera (2017) y de mi Programa para la formación del jugador de baloncesto desde la perspectiva de la neurociencia (2018).

Ciencia y práctica deben empezar a ir de la mano. De otra manera no estamos poniendo en primer lugar las necesidades, inquietudes y expectativas de nuestros jugadores. Los tiempos cambian, por tanto, el entrenamiento también lo tiene que hacer.

Será necesario desde los clubes de formación hacer un análisis exhaustivo de su contexto y de sus perspectivas. La improvisación, y más en formación, no es un camino válido. Debemos temporalizar unos contenidos en el tiempo adaptados a nuestros jugadores, el método que se seguirá y hasta dónde se quiere llegar. De ese modo, generaremos un elemento básico para el rendimiento y la formación en baloncesto: el compromiso afectivo.

 

2. MODELO GLOBAL: PERIODIZACIÓN TÁCTICA

El baloncesto es un deporte perceptivo decisional. Las interacciones que surgen de forma imprevista, continua y espontánea entre compañeros, adversarios y entorno. Reaccionar antes que el rival, se antoja indispensable.

Al leer esta definición siempre me pregunto por qué separamos los contenidos de entrenamiento si todos se manifiestan de forma continua. Los modelos de entrenamiento tradicional eran estancos y compartimentados, con escasa transferencia real entre las diferentes dimensiones que componen el juego, lo que disminuye la significatividad del trabajo.

Decía Seirul-lo que el músculo más importante para un jugador en deportes de equipo es el cerebro. No gana quien más corre, sino quien sabe a dónde ir antes que el rival. De ahí que la evolución del entrenamiento va cada vez más ligada al control del aspecto cognitivo-emocional por encima de las demandas físicas del juego.

Las decisiones deben ser contextualizadas y específicas (edad jugadores, objetivos, categoría) ya que las decisiones serán diferentes en función de las interacciones que deseemos. Es un modelo, la periodización táctica, totalmente específico. Por ello, se defiende un aprendizaje por descubrimiento y no por recepción. Los ejercicios no pueden ser cerrados, por lo que nutrir a las tareas del componente imprevisibilidad-decisión es necesario.

No existe dimensión física, dimensión técnico-táctica o dimensión cognitivo-psicológica por separado. Todas aparecen conjuntamente. En cada tarea los objetivos y mecanismos que queramos que aparezcan permitirán darle una visión más física o técnico-táctica, pero siempre dentro del contexto real del juego del baloncesto.

Esto permitirá, entre otras cosas: mantener un alto nivel de concentración, intervenir de forma anticipada al ejercicio, entender los objetivos y finalidades del ejercicio y realizar los ejercicios a una intensidad similar o igual a la competición.

La memoria, recuerda mejor los acontecimientos que van acompañados de una alta carga emocional. El control emocional es fundamental, ya que influirá en las futuras situaciones idénticas a las ya experimentadas creándose una identidad colectiva.

Dentro de esa especificidad física, técnica, táctica, psicológica y estratégica, se dará la consecución de las siguientes características: determinación clara de objetivos y finalidades, los jugadores deberán estar concentrados durante todo el ejercicio y el entrenador intervendrá de forma adecuada fomentando las interacciones deseadas.

La tarea es la principal herramienta que los entrenadores poseemos para modificar conductas. Éstas, no pueden aparecer por imposición sino a partir de la creación de entornos facilitadores y, sobre todo, provocadores de según qué comportamientos.

Todos los contenidos que trabajemos en el entrenamiento deberán estar contextualizados en nuestro jugar, en las características de nuestros jugadores y en las metas individuales y colectivas. El trabajo físico no es una excepción.

 

3. CONTENIDOS TÉCNICOS, TÁCTICOS, FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS POR CATEGORÍA (9-18 años)

En el siguiente apartado sintetizaré los contenidos básicos que debemos trabajar por bloque de edades, de modo que tengamos una visión global sobre los aspectos más importantes en la planificación del entrenamiento y cómo podemos buscar interconexiones que faciliten el trabajo que llevemos a cabo.

Estableceré cinco dimensiones-áreas de entrenamiento y la metodología que debemos llegar a cabo por cada etapa:

  • Elementos específicos del propio juego: tareas facilitadas, dificultadas o neutras; grados de oposición, colaboración, etc.
  • Elementos condicionales: capacidades físicas
  • Elementos coordinativo-motrices (agilidad, coordinación, bilateralidad, ambidestrismo, habilidades motrices básicas y genéricas)
  • Elementos perceptivo-motrices (percepción espacio-temporal, atención, predicción de trayectorias, entre otras)
  • Elementos psicológico-cognitivos: toma de decisiones, necesidades anticipatorias, desgaste competitivo, grado de oposición, etc.

 

Dejando a un lado la iniciación (hasta los 9 años) donde el trabajo debe ir encaminado más a la adquisición de patrones básicos de movimientos permitiendo la vivencia de múltiples experiencias ricas en espontaneidad, descubrimiento o auto-conocimiento, y a pesar de que será muy significativa y valiosa para el futuro del aprendiz, comenzaremos la primera etapa en la edad minibasket (9-11 años):

  • Elementos técnico-tácticos: predominio de situaciones de 1×1 facilitada (para el trabajo de técnica individual), igualdad y dificultad. Situaciones de superioridades (+1 o + 2) y afianzamiento técnico con trabajo más analítico. Predominio del juego simple, modificado y paradójico.
  • Elementos condicionales: iniciación con un carácter genérico, jugado y de descubrimiento. El objetivo será conocerse a sí mismo. Utilización de trabajo en multitareas.
  • Elementos coordinativo-motriz: simultaneidad de acciones (disociación de segmentos corporales y afianzamiento de habilidades básicas y genéricas).
  • Elementos perceptivo motrices: trabajo en multi-áreas facilitando la activación de diferentes partes del cerebro. Contextualización en los deportes de interacción, pero sin especialización en baloncesto. Pocos elementos distractores.
  • Elementos psicológico-cognitivos: toma de decisiones con transferencia entre deportes de invasión (modelos horizontales de entrenamiento). Grado de oposición en igualdad o superioridad para atacante (realidad “egocéntrica” del jugador joven). Poco control de la incertidumbre por parte del entrenador y planteamiento de tareas-juegos por parte del jugador.

 

En la segunda etapa (11-13 años), categoría infantil, se trabajarán los siguientes contenidos:

  • Elementos técnico-tácticos: situaciones de 1×1 en igualdad o dificultadas, superioridades de 2×1, 3×2, 4×2 y situaciones variadas de 2×2 (igualdad y dificultad facilitada) con iniciación a las situaciones de 3×3. Habrá predominio del uso de los juegos modificados.
  • Elementos condicionales: afianzamiento de las cualidades y reconocimiento de su importancia en los hábitos de vida saludables. Trabajo genérico y contextualizado al baloncesto. Utilización del entrenamiento en multi-áreas desde la perspectiva de la CF y la técnica individual específica en baloncesto.
  • Elementos coordinativo-motrices: alternancia de tareas de ambos segmentos corporales y habilidades básicas genéricas y específicas del baloncesto.
  • Elementos perceptivo-motrices: trabajo en multi-áreas, tareas con componentes específicos del baloncesto en situaciones competitivas de oposición facilitada. Pocos elementos distractores y sin modificación del tiempo de exposición al estímulo.
  • Elementos psicológico-cognitivos: toma de decisiones específicas del baloncesto (pocas decisiones, pero muy variadas): control por parte del entrenador de elementos estructurales para dar mayor o menor incertidumbre. Trabajo en competición, igualdad y superioridad (2×2, 3×3 // 3×2, 2×1 // 1×2. Incorporación del uso del vídeo.

 

En el tercer nivel, categoría cadete (13-15 años), desarrollaríamos el siguiente trabajo:

  • Elementos técnico-tácticos: situaciones de 2×2 en igualdad facilitad o dificultada. Situaciones de 3×3 en igualdad, dificultad o facilitada. Situaciones de 4×4 facilitad o en igualdad. Se buscará el afianzamiento del 1×1. También, trabajo de superioridades hasta el 5×5 y de inferioridades.
  • Elementos condicionales: potenciación de las cualidades físicas básicas dentro del contexto físico del baloncesto. Introducción de diferentes medios y métodos para la mejora condicional (entrenamiento en circuito, autocargas, peso libre u otras) Utilización de multi-áreas utilizando al menos 3 áreas de forma conjunta (técnica + táctica + físico).
  • Elementos coordinativo-motrices potenciar la agilidad y coordinación desde la perspectiva de las multi-áreas. Trabajo de ambidestrismo y bilateralidad. Desarrollo de habilidades motrices básicas y genéricas contextualizadas.
  • Elementos perceptivo-motrices: trabajo en tareas con tiempo límite y diferentes focos atencionales. Modificación constante del foco atencional. Oposición real o facilitada, trabajo de diferentes áreas simultáneamente y presencia de varios elementos distractores con poco tiempo de exposición.
  • Elementos psicológico-cognitivos: toma de decisiones específicas del baloncesto en situaciones de 2×2, 3×3 y sus posibles continuaciones/enlaces. Toma de decisiones en función de la fase de juego, modificación de la incertidumbre, entrenamiento en competición y uso de la vídeo-práctica imaginada.

 

Por último, en la etapa junior (15-17 años) que coincide con la fase previa al inicio de la fase de máximo rendimiento, las exigencias del entrenamiento cada vez serán mayores en cuanto a estrés emocional. Se agruparían en los siguientes contenidos:

  • Elementos técnico-tácticos: situaciones técnico-tácticas variadas y múltiples. Afianzamiento y potenciación de la técnica-táctica individual desde el 1×0 al 5×5, pasando por superioridades-inferioridades. Prioridad a situaciones reducidas (hasta 4×4).
  • Elementos condicionales: potenciación de cualidades físicas específicas de su rol en pista. Desarrollo de cualidades complementarias del baloncesto y utilización del entrenamiento en multi-área (3 áreas simultáneamente).
  • Elementos coordinativo-motrices: habilidades específicas y especializadas de forma contextualizadas, entrenamiento específicas y potenciación de cualidades innatas y potenciación de las cualidades anteriores.
  • Elementos perceptivo-motrices: reducción del tiempo límite y cambios constantes de rol y foco atencional. Entrenamiento en contexto de incertidumbre competitivo-real, oposición real-facilitada o dificultada. Muchos elementos distractores y cambios en los tiempos de exposición del estímulo.
  • Elementos psicológico-cognitivos: toma de decisiones específicas del baloncesto en condiciones de igualdad, superioridad o inferioridad. Enlaces entre fases del juego, entrenamiento competitivo con incertidumbre real y utilización del vídeo y la práctica imaginada.

 

Obviamente esta organización de contenidos es un breve resumen de los aspectos más básicos a desarrollar que espero que sirva de guía para organizar el contenido. El objetivo prioritario que he perseguido con este planteamiento es tratar de mostrar la evolución de contenidos por categorías modificando principalmente el grado de especificidad de los contenidos y, sobre todo, los aspectos perceptivo-decisionales.

A aquellos jugadores noveles debemos darle mayor espacio para que así aumente el tiempo para la toma de decisiones. Jugar con el espacio, la incertidumbre, el número de participantes o el tiempo, serán los elementos que nos permitan trabajar una serie de contenidos u otros de forma prioritaria, pero siendo conscientes de que siempre se manifestarán de forma sistémica.

En definitiva, nuestro deporte va de anticiparse individual y colectivamente a las reacciones del oponente.

Me gustó un término que escuché en el Máster RETAN (Rendimiento deportivo y tecnificación del alto nivel) donde se hablaba de las almas del entrenamiento. Esto es, a modo de síntesis, que una misma tarea puede ser interpretada de múltiples maneras en función de la dimensión que queramos trabajar, el concepto y la comunicación-corrección con el aprendiz.

 

4. EJEMPLO DE TRABAJO CON ÉNFASIS EN LA DIMENSIÓN FÍSICA

El artículo que se me pidió escribir, sobre todo, tenía la intención de explicar los procedimientos del trabajo físico aplicados al baloncesto en formación.

Este trabajo cada vez ha ido evolucionando más en grado de especificidad y transferencia del mismo. Los métodos aplicados en deportes individuales fueron muy difundidos lo que provocó que se utilizaran también en deportes de equipo. Es por ello, que seguimos teniendo una visión excesivamente mecanicista sobre nuestro deporte.

Este mecanicismo nos ayuda a organizar los contenidos con facilidad, pero no deja de ser un error ya que el jugador en ese contexto tiene un rol pasivo de receptor de conocimientos porque el entrenamiento no deja espacios a la práctica espontánea y libre donde probar nuevas cosas, limitando el conocimiento del jugador al conocimiento del entrenador.

No quiero hablar de excesivos tecnicismos en el trabajo de preparación física, pero sí es necesario tener una serie de conocimientos o pautas de actuación básicos.

A continuación, os presentaré algunas ideas que podríamos trabajar para la categoría cadete con énfasis en la dimensión física, donde el grado de especificidad o especialización es lo suficientemente como para que la exposición que aquí haga sea representativa.

Quiero que quede claro que la preparación física aplicada al baloncesto, no es salir a correr con un balón. Es un grave error en el que solemos caer. La preparación física aplicada al baloncesto consiste en ayudar a preparar al organismo para los esfuerzos necesarios para competir óptimamente en nuestro deporte. Sólo por la realidad competitiva, ya que los métodos de entrenamiento individuales de uno o dos picos de forma no deberían tenerse en cuenta en baloncesto. Si a esto añadimos que en baloncesto el principal desgaste es a nivel cognitivo por la toma de decisiones que lleva implícito, no tendría sentido la aplicación de métodos extraídos de deportes donde no existe el factor perceptivo-decisional.

En este apartado explicaré cómo dotar de énfasis físico a tareas que en otros contextos podrían ser preferentemente técnico-tácticas. Para ello, expondré una sesión tipo (40 minutos.) de trabajo de optimización que consta de 3 partes: trabajo con componente cognitivo-decisional, trabajo preventivo y trabajo en circuito.

El primer tipo de trabajo serán las situaciones de táctica individual que con la modificación de reglas nos permite poner énfasis ya sea por la velocidad en las acciones, por el número de repeticiones o por el uso delimitado del espacio, en la dimensión condicional.

El trabajo preventivo sería un trabajo de transición entre diferentes tareas o estaciones del circuito. En este trabajo no profundizaré, pero debe ser un trabajo de unos 30-60 segundos de aspectos básicos como el CORE o propiocepción de tobillo-rodilla.

El trabajo en circuito constará de 5 estaciones de 1 minuto 30 segundos aproximadamente donde los jugadores deberán llevar a cabo las diferentes tareas propuestas por el entrenador en parejas, de modo que se garantice el mayor número posible de repeticiones.

  1. Trabajo con componente decisional (Situaciones 1×1) (8 minutos)

Imagen tarea 1. Trabajo componente decisional en 1×1

El jugador, con dos balones, podrá pasar a derecha o a izquierda. El defensor defenderá al primer pase. Tras el segundo pase, será el hombre balón el que vaya a defender.

Con esta tarea trabajaremos el componente coordinativo de la BILATERALIDAD donde jugador con balón empieza realizando botes con dos balones y trabajando el pase con ambas manos (trabajo simultáneo de dribling y alternativo de pase)

 

  1. Trabajo de 2 1×1 consecutivos. Tras el planteamiento de cualquier tarea inicial de 1×1, quien coja rebote seguirá atacando saliendo de la zona.

-Limitando el espacio del 1×1 también podríamos incrementar el número de cambios de direcciones.

– Trabajo en estaciones: que permitirán un mayor número de repeticiones en un menor espacio de tiempo. Trabajo por parejas.

1) 1×1 continuos en ¼ de pista. Quien coge rebote (haya canasta o no) sigue atacando.

2) Trabajo de recuperación defensiva: defensor pasará a atacante y éste dirá si es tirador o no. De este modo se realizará un close out u otro. Tras eso, defensor toca un lado y atacante atacaría lado contrario.

Podríamos maximizar el componente condicional incluyendo algún trabajo previo (como saltos, cambios de dirección), un mayor número de repeticiones o añadiendo algún tipo de carga externa.

3) Trabajo de coordinación-agilidad para trabajar el desplazamiento defensivo, diferentes tipos de desplazamiento y el CROSS-STEP. El compañero que descansa dirá un lado u otro y “defensor” hará cross-step y lo tocará. Fundamental: NO PARARSE: educar en las DECELERACIONES

Imagen tarea 2. Componentes condicionales

Esta tarea tan sencilla puede tener múltiples variantes: número de repeticiones, tipo de desplazamientos, estímulos a los que atender.

Trabajo defensivo 2×1 en BD: el defensor de bloqueador (en cadete consideraríamos que todos juegan de todo), el defensor iría y volvería varias veces para trabajar la recuperación defensiva en bloqueo directo. Tras realizarlo el número de veces que estimemos. Atacante pasa balón y defensor lo devuelve para iniciar una situación sencilla de 1×1

1) Trabajo en multitareas: CONDICIONAL + TRABAJO DE PASE. Los jugadores tras realizar flexiones, realizarán distintos tipos de bote (alto, medio, bajo y muy bajo) para después realizar un pase largo desde bote. Con esta tarea, pese a la existencia de un movimiento descontextualizado (las flexiones) tratamos de respetar uno de los aspectos antes mencionado: el trabajo en multitareas. Esto es, trabajar diferentes dimensiones de forma simultánea con distintos segmentos del cuerpo. Esta tarea, quizá no es la más adecuada. Sí lo sería, si al dribbling añadiésemos movimiento de pies, otro balón o el uso de otra tarea con el segmento corporal opuesto. Lanzar dos mensajes opuestos al cerebro es una de las tareas más complejas, pero obligan al jugador a mantener un alto estado de alerta, atención y concentración, lo que despertará su curiosidad y, por ende, los mecanismos de aprendizaje.

Por último, tras la realización del circuito se volvería a retomar las tareas con componente decisional, pero incrementando la dificultad de estas decisiones. Por ejemplo, aumentando la cooperación-oposición o disminuyendo el tiempo.

Una tarea que me gusta mucho, es el contraataque de 2×2 continuo, pues podemos incorporar numerosas variantes técnico-tácticas (sin bote, determinadas acciones, uso o no de comodines) limitando el tiempo para su realización. Suelo realizarlo en 2×2 o 3×3 si somos más de 12, con un tío de 6 segundos ya que más tiempo quizá no se ajustaría a la realidad de un contraataque en baloncesto.

 

5. CONCLUSIONES

Los deportes de equipos no son más que un tipo de expresión de relaciones humanas. En estas, el componente de imprevisibilidad o incertidumbre siempre está presente. Los entrenadores debemos enseñar y educar a través del entrenamiento, a entender las diferentes probabilidades de acción. De este modo, el jugador reconocerá antes gracias a las experiencias previas del entrenamiento. Las tareas no pueden albergar todas las dimensiones o elementos técnico-tácticas, físicas… lo que sí es necesario es garantizar un transferencia positiva y efectiva de aprendizajes. Ese es el objetivo que he tratado de plasmaros.

En baloncesto una misma receta puede tener efectos muy diferentes. Por ello, os invito a la reflexión, no a la copia.

Estos métodos de entrenamiento como el que he tratado de sintetizaros (quizá demasiado) van a permitir garantizar la vivencia de múltiples experiencias relativas al juego, lo que le dará una enorme polivalencia motriz.

El control del entrenamiento, y más con los medios de los que se dispone en formación, con esta forma de entender el entrenamiento es relativamente más sencillo, ya que todo se hará desde una perspectiva cognitiva: espacio utilizado, tiempo, tiempo de participación, número de compañeros, número de adversarios, número de objetivos u otros, que determinarán un grado u otro de desgaste emocional.

Creo en la variedad de métodos, siempre y cuando entendamos por qué los utilizamos en cada momento.

No caigamos en la tentación de la improvisación ni tampoco en las modas por el mero hecho de que hayan tenido un éxito puntual. El baloncesto, y más la formación, es mucho más que lo inmediato. Por favor, tengamos altura de miras.

 

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://bit.ly/3dvoBHV

https://bit.ly/2QLzdJ0

 

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Gabo Loaiza (graduado en CCAFyD, entrenador Superior de Baloncesto)

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