Vicente Martínez Silla es uno de los nombres propios en este arranque de temporada. El pasado 13 de septiembre se conocía que el árbitro de la FBCV se incorporaba a la Liga Endesa. La noticia se propagó como la pólvora, ha despertado un gran interés en el baloncesto de la Comunidad Valenciana, así que unos días después, en la vuelta a la calma, es momento de hablar con el protagonista para que comparta con todos ese mágico momento que está viviendo.

Vicente participó en las jornadas de formación arbitral de la ACB que se celebraron recientemente en Oviedo, y fue al regreso de ese viaje cuando recibió la sorpresa. “Aterricé en Valencia, quité el modo avión y vi una llamada de un número desconocido y un WhatsApp de un compañero diciéndome que estaban llamando por teléfono a los ascendidos. Me puse un poco nervioso en ese momento y cuando el director técnico arbitral de la FBCV, Fernando Carrasco, bajó también del avión, me dio un abrazo y me dijo: “lo has conseguido”. Y ahí ya sentí que ese sueño se había hecho realidad”, nos cuenta.

Asegura que para él “es un orgullo y un gran reto arbitrar la mejor liga de Europa y ojalá pueda estar a la altura de todos mis compañeros”. Sabe que nadie le ha regalado nada y que “la clave es una mezcla entre el trabajo y la constancia de uno mismo”, pero también agradece “la ayuda de la FBCV cuando comencé en el arbitraje, así como más tarde la FEB con todos sus técnicos y compañeros”.

Su trayectoria meteórica, con apenas 26 años, es una muestra de que con trabajo y esfuerzo no hay nada imposible. Le preguntamos si se ha convertido en un ejemplo para todos esos jóvenes que empiezan en el mundo del arbitraje, pero él asegura que “no me considero ejemplo de nadie y simplemente pienso que si algo te gusta, le dedicas mucho tiempo. En mi caso, el arbitraje me atrapó desde el primer momento y por eso le he dedicado mucho tiempo. La meta te la pones tú mismo y es obvio que si no se trabaja no se consiguen las cosas”.

Lo que sí les dice a los jóvenes es “que disfruten. Que disfruten tanto como lo he hecho yo todo este tiempo. A mí, además, el arbitraje me ha hecho madurar mucho como persona y encontrar a muy buenos amigos tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de España”.

Ha pasado ya bastante tiempo, pero ¿se acuerda Vicente de cuál fue su primer partido como árbitro?. “Por supuesto. Fue un partido Benjamín en el Colegio El Pilar de Valencia. Estaba nervioso pero a la vez disfrutando como un niño de 9 ó 10 años y desde ese momento supe que esto del arbitraje no era sólo una transición de jugador a árbitro para volver luego a jugar, sino que ya desde un principio me di cuenta que el arbitraje me iba a atrapar. No imaginaba que iba a llegar hasta donde he llegado pero sí que me iba a gustar”.

Lo ha atrapado a él y también a su familia. Su hermana pequeña ha comenzado a seguir sus pasos y él se muestra profundamente orgulloso: “De ella podría hablar maravillas. Es una de las personas más importantes en mi vida y muy constante y trabajadora y es por ello que el arbitraje le va a ayudar más si cabe en su forma de ser. Siempre le digo que disfrute arbitrando, que para mí es lo más importante, lo hagas en la categoría que sea, en categorías de formación o en la élite del baloncesto”.

En las categorías de formación empezó Vicente Martínez Silla, como cualquier árbitro más, pero esta temporada verá cumplir el sueño de dirigir encuentros en la élite del baloncesto español.