La temporada que hemos empezado será a buen seguro la más incierta que el CB Genovés vivirá desde que en el año 1993 empezó a botar el balón. Pero en momentos como este también aparecen proyectos que le dan mucho sentido a practicar un deporte como el baloncesto. El CB Genovés desde siempre ha pretendido que este deporte sea el vehículo que guía para conseguir otros objetivos, “para nosotros el baloncesto, independientemente de la parte deportiva, es la excusa para conseguir otras muchas cosas. Es una buena herramienta educativa y así lo queremos demostrar”, explican desde la entidad.

Varios factores han hecho que el CB Genovés se encuentre en el camino de un proyecto solidario que tiene como finalidad obtener financiación para la investigación de la leucemia infantil. El primero evidentemente es el propio deporte. El baloncesto a nivel profesional desde siempre se ha caracterizado por tener jugadoras y jugadores que serán para siempre ejemplo de las más pequeñas y pequeños. “Puede ser, a los que nos ha tocado vivir en esta época dorada del baloncesto, en la que se han conseguido los mayores éxitos, que hayamos visto jugadoras y jugadores que recordaremos a pesar del paso de los años, pero posiblemente con el paso del tiempo los veremos como uno de los referentes que han colaborado en la educación de todas aquellas jugadoras y jugadores que han estado a nuestro cargo”, señalan.

Un proyecto como este de la Fundación Uno entre cien mil hace que se encuentren dos jugadores muy diferentes, con mucha distancia evidentemente pero con un factor común, recaudar fondos para la investigación, y los dos con el baloncesto como hilo conductor. “Ricky Rubio puede ser uno de los más mediáticos que han colaborado en esta campaña, pero para nosotros el jugador referente que lo ha hecho posible ha sido Rubén, un jugador que con el poco tiempo que ha formado parte de nuestros equipos ha despertado muchas inquietudes y al final introduce al CB Genovés en una campaña como esta. Dos jugadores que recorren un mismo camino, pero desde posiciones muy diferentes. Ricky Rubio destaca por lo que es capaz de transmitir utilizando el baloncesto como recurso. Y Rubén, un jugador que aterriza en nuestro club y que en el poco de tiempo que estuvo entre nosotros, al menos nos ratificó en el convencimiento de que el baloncesto es un medio para educar personas para una sociedad más justa”.

El club, de la mano de Encar Sanchis, madre acogedora de Rubén, ha participado en el reto de conseguir la venta de 1.000 cordones (al final han sido más de 1.500), lo cual ha supuesto más de 400 horas de investigación sobre la leucemia infantil. “Desde el club pensamos que este tipo de actos tienen que ser necesarios por dos razones: primera y principalmente para cumplir el objetivo por el cual se crea, pero también y por nosotros muy fundamental, porque al club, a los entrenadores y entrenadoras, temas como estos nos da un gran abanico de recursos para trabajar en las jugadoras y jugadores. Ya en su momento Ruben ayudó para que el club aprendiera y después está siendo una buena excusa para hacer un club mejor. Estamos convencidas que trabajar aspectos como estos en los diferentes equipos hará que todas y todos crezcan como personas, y después mejoren como jugadoras y jugadores”.