El HLA Alicante comenzó la pretemporada en doble sesión de mañana y tarde y lo hizo con nueve jugadores del primer equipo y tres de la base. Sólo faltaron a la cita Boubacar Sidibe y Cheick Conde, quienes están esperando recibir sus visados para viajar a España.

De esta manera, el técnico, Pedro Rivero, y sus ayudantes, Alberto Antuña i Alberto Carrillo, trabajaron con los bases Kike Garrido i Vladimir Nemcok, los escoltas Chumi Ortega i Devin Schmidt, los aleros Nacho Díaz Nacho Díez (Kingsley Obiekwe trabajó aparte por un virus estomacal), el ala-pívot Georvys Elías y el pívot Álex Galán. Los júniors que entrenaron con ellos fueron Christian SeguíNorberto Albadalejo i Pablo Mira.
El entrenador, Pedro Rivero, fue la viva imagen de la ilusión y el que más ganas tenía de arrancar, a pesar de que no ha disfrutado de las vacaciones que tenía anteriormente en su etapa de jugador. “Percibo el cambio porque no he tenido vacaciones al uso. Cuando eres jugador tienes unos meses para descansar y ahora no. Estamos preparando muchas cosas, viendo videos. Va en el nuevo trabajo pero encantado de hacerlo y tener este cambio”, señaló el preparador segoviano.
Para el técnico del Lucentum aceptar la oferta de coger las riendas del primer equipo no fue flor de un día, si bien le gusta esta nueva etapa en su carrera. “Es una constante en mis últimos doce años: retos grandes. No era un problema el asumir un reto importante. El hecho de no ascender la pasada temporada fue un golpe importante para todos los que estábamos, pero te tomas tu tiempo y a partir de ahí hablas con el club y con el director deportivo y surge la oportunidad. No es algo que aceptes a la primera porque mi idea sí era retirarme porque eso estaba clarísimo desde el primer mes que llegué, pero no posiblemente entrar a entrenar de esa manera. A veces hay que dar unos pasos pero las circunstancias son las que son. En ese periodo de reflexión se consensúa con la familia, ves que es una oportunidad y a veces hay que cogerla”, argumenta.
Rivero quita hierro al hecho de que tan sólo continúen tres jugadores del pasado ejercicio y el resto sean nuevos. Asimismo, explica que no es una objeción para trabajar. “Por circunstancias, son tres personas de las que estaban el año pasado. Unos porque no hemos podido contar con ellos porque han saltado a LEB Oro y con otros compañeros o no hemos querido nosotros o no hemos llegado a un entendimiento. No hay que poner excusas. Somos nuevos, con lo cual empezaremos a trabajar desde el primer momento para tener cuanto antes una buena química e ir creciendo juntos”, explica.
El técnico del HLA Alicante no esconde que la meta de la temporada 2018-2019 es la de ascender a LEB Oro, pero aplica la metodología de ir subiendo peldaños y sin prisas. “Desde que he venido aquí no ha habido otro objetivo nunca. Hay que ir paso a paso pero hay que ser conscientes de que somos siete nuevos y hay una realidad que es el nuevo calendario que está partido por la mitad y hay que tener un ojo en cada lado y adaptarnos a eso”, asegura.
En cuanto al nuevo formato liguero, el entrenador piensa que “todos” los equipos se tendrán que “adaptar”“No me desagrada que haya más equipos y más ciudades que tengan baloncesto. Hay que adaptarnos todos, hay que explicarlo muy bien a la gente que llega e incluso a la afición porque es complicado”, subraya Rivero, quien fue el que decidió que Kike Garrido y Georvys Elías fueran los capitanes de la próxima campaña.