Esta semana contamos con la colaboración de una persona conocida por todo el mundo del baloncesto. Se trata de Ana Belén Alvaro más conocida como ABA. Le solicitamos que nos diera su opinión acerca de las diferencias entre el baloncesto masculino y el femenino desde su visión de ex jugadora y entrenadora de equipos masculinos. ABA ha sido jugadora profesional, 202 veces internacional y actualmente la única entrenadora en la 1ª División Masculina. Todo esto le convierte en una persona profundamente conocedora del trabajo formativo y del baloncesto profesional; esperamos que disfrutéis de sus reflexiones. Gracias ABA.
¿Hay dos clases de baloncesto, masculino y femenino? Sí
¿Hay muchas diferencias entre uno y otro? Muchas. Físicas y psicológicas.
Me han pedido que desarrolle estas dos ideas en un artículo, pero desde el principio lo vi complicado porque es un tema muy denso. Por eso, lo que he intentado es, de la manera más escueta posible, simplemente enumerar muchos aspectos importantes, más que desarrollarlos.
Bravo! Ya tocaba abordar de forma seria el baloncesto femenino…
Voy a dar un ejemplo para confirmar tu teoría. El otro día visité la página web de un club mixto de la comunidad valenciana. En un apartado había un anuncio para tratar de reclutar jugadoras para los equipos femeninos, y decía lo siguiente: “Ven a jugar con nosotros, ¡¡EL BALONCESTO FEMENINO NO ESTÁ CONSIDERADO UN DEPORTE DE CONTACTO!! harás muchas amigas y te lo pasarás muy bien”
¿Que el baloncesto femenino no está considerado un deporte de contacto? ¿Y el masculino si? Y yo que pensaba que era el mismo deporte…
Al igual que tu pienso que la inmensa mayoría de entrenadores de femenino trabaja y planifica de forma diferente a lo que lo haría con un club masculino. ¿Por? Creo que si desde la base se entrenara de la misma manera a un grupo de niñas y a otro de niños, ambos equipos llegarían a seniors jugando al 1×1 con dureza, y no “haciendo sistemas más largos”. Aparte de las evidentes diferencias psicológicas, los entrenadores marcamos barreras técnico-tácticas.
Creo que es un tema que debería abordarse más en profundidad en los cursos de entrenador o clinics, pero no ampliando la pasarela en cadetes. Esto solo hace que aumentar las diferencias de estilos de juego (menor ritmo en pasarela) y que los entrenadores que están en masculino se nieguen a dar el salto a femenino, que cada día somos menos…
Coincidiendo con el comentario de Álvaro, a mí me gustaría preguntarle a ABA una cosa: ¿qué opinas del cambio a pasarela única y exclusivamente en cadete femenino I.R. Preferente?
Porque puede tener sus beneficios (ninguna medida es intrínsecamente mala de por sí), pero también sus desventajas. Y, sinceramente, creo que la coletilla de que las niñas se lo dejan porque los entrenadores no las hacen jugar creo que es una forma muy poco fiel de reflejar la realidad del baloncesto femenino (deporte femenino en general) a la edad de 14 o 15 años.
Mi experiencia esta temporada en pasarela para cadete femenino ha sido el comprobar que NINGÚN, y lo pongo en mayúsculas, ningún entrenador a los que me he enfrentado y hemos comentado el tema de la pasarela en cadete femenino estaba de acuerdo en que se aplicara. Todos con los que he hablado se han mostrado contrarios a la implantación de la pasarela en cadete femenino y no creo que todos sean de los que “no sacan a las niñas a jugar”. Es más, confío en que ninguno lo haría.
Mi sorpresa ha ido más allá cuando me he encontrado, no una vez ni dos, sino bastantes veces (al principio e incluso al final de temporada) con anotadores y árbitros que rellenaban sus actas normales y, a la hora de darles el cinco inicial, les comentaba que se jugaban 8 periodos de 5 minutos y tal. En todos los partidos que ha pasado eso, me han mirado con cara de incredulidad y de que estaba bromeando hasta que sacaba el papelito donde tenía puesto qué jugadora jugaba cada periodo. Ninguno de estos árbitros entendía tampoco que en cadete se jugara pasarela.
Por eso me gustaría conocer la opinión de ABA sobre este tema ahora que ha salido. Porque, como explica muy bien en el artículo, tenemos diferencias físicas y técnico-tácticas entre el baloncesto masculino y el femenino, y también diferencias psicológicas. ¿Pero no estaremos acrecentando estas diferencias psicológicas nosotros mismos al establecer normativas que fomentan quizá excesivamente la vertiente social del baloncesto femenino y se alejan casi totalmente de la competitiva? Porque creo que ni tenemos que quedarnos en el extremo de lo social, ni tampoco en el extremo de lo competitivo, claro.
Y, hablando del tema competitivo, nos daría para unos cuantos párrafos más el tema de la escasa competitividad de nuestra liga junior femenina, tanto para los equipos que buscan un baloncesto más social como para los que buscan algo más competitivo. Pero quizá en este artículo no es momento de sacarlo.
Primero de todo quiero agradecer desde aquí a ti y a todos esos entrenadores/as, clubes, dirigentes… el trabajo que estáis haciendo por el baloncesto femenino. En estos tiempos que corren el baloncesto femenino está enfermo y mucho más de lo que la mayoría piensa. El abandono temprano del baloncesto en las chicas ha alcanzado cifras importantes, y tenemos que esforzarnos en buscar soluciones.
Quizá unas medidas serán más acertadas que otras, o nos gustarán más que otras, pero lo único que es indudable es que hay que tomar medidas. Hay que intentar que el baloncesto femenino vuelva a ser importante, que cada vez haya más jugadoras que quieran practicar este magnífico deporte.
Podríamos hablar y debatir mucho sobre esta regla, sobre su conveniencia o no, pero lo importante es que nadie se quede parado, que se tomen iniciativas, que haya ideas nuevas, una funcionarán otras no, pero se estará intentando algo. Algo que desencadene esa ilusión de las niñas para quedar con sus amigas en la cancha, para echar pachanguitas los sábados, que queden en los pabellones, colegios para jugar un 3×3 con sus compañeras… todo eso que hace que una vez finalizada la semana de clases, aparezca la ilusión por vestir tu camiseta del cole o del club para jugar.
Totalmente cierto, somos tan diferentes…
En la clase de Pepe los niños son un grupo, a excepción de un par el resto siempre van juntos, las niñas son unos tres grupos, y esto viene siendo así desde 1º de infantil y pasan al instituto el próximo curso.
Con las niñas hace falta mucha psicología.