Todos en nuestro país presumimos sobre la paridad, la importancia de la mujer en la vida cotidiana y su participación en la sociedad, no como mera espectadora y acompañante del factor masculino, sino como parte importante de las decisiones en cualquier ámbito.
En el baloncesto, el número de jugadores que practican nuestro deporte triplica exactamente al de mujeres, y esto lo tenemos como algo normal, cuando esa no es la proporción de la sociedad. Si continuamos analizando y subimos un peldaño, examinando los puestos de más responsabilidad, nos encontramos con que la proporción pasa a ser de seis veces más a favor de los hombres, y el número de equipos sigue siendo solo tres veces más. Por descontado que el papel de la mujer entrenadora queda reducido a entrenar equipos femeninos, con alguna muy honrosa excepción. Si hablamos del número de mujeres Directivas de Clubes, la distancia se incrementa enormemente, pero llegamos a su máxima expresión cuando encontramos a los Presidentes de los Clubes, la alta dirección del baloncesto, en ellos la proporción pasa a ser de 16 veces más, dado que solo 11 mujeres dirigen los destinos de los Clubes de nuestra Comunidad, sobre un total de 180.
Llegados a este punto, nos debemos preguntar, ¿qué podemos hacer?. Desde la FBCV hemos empezado a implantar medidas tendentes a incentivar la participación femenina, estas
medidas en algún caso pueden resultar impopulares, pero consideramos que son importantes para obtener nuestro fin que no es otro que conseguir que un mayor número de mujeres disfruten con nuestro deporte. Es un camino largo y espinoso, y jamás vamos a utilizar ninguna imposición  como cuotas o similares, sino incentivos para fomentar la continuidad de la práctica, colaborar en la formación de entrenadoras como una faceta tanto o más importante que la de jugadoras, creyendo que un entrenador lo es por su capacitación, no por su sexo, y afirmando que si un hombre puede entrenar mujeres, una mujer puede entrenar hombres. Favorezcamos que las mujeres de nuestra sociedad se incorporen a este nuestro mundo machista. Si nuestras capacidades intelectuales son idénticas, permitamos que ellas también desarrollen sus capacidades directivas, animémoslas a que tomen con nosotros las decisiones importantes en el deporte, y por supuesto respetemos y defendamos a las que ya están, que son las que están abriendo el camino a las que vienen detrás.
 Es evidente que estas líneas están escritas por un hombre, al que le es fácil decir lo que dice, pero no le es tan fácil aplicarlo, pero que lo hace con el convencimiento de que esto es lo que queremos desde la FBCV  para nuestro deporte, y a ello dedicamos nuestros esfuerzos.
Salvador Fabregat  (Presidente FBCV)

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