Y con el inicio de la temporada, nuevas oportunidades y nuevas propuestas formativas.

En este caso, abordamos a continuación un artículo facilitado por Miriam Martí, profesional del sector y con experiencia en el mundo del deporte, la preparación física y la fisioterapia. Os presentamos una batería de pruebas funcionales y un planteamiento de ejercicios que amplían la formación y nos permiten conocer detalles importantes en relación a la prevención de lesiones. La propuesta es sencilla y te permite tener recursos y un programa de ejercicios complementarios que ayudarán en la prevención de estas lesiones.

Es indiscutible que la prevención de lesiones en el deporte, y específicamente en baloncesto, juega un papel primordial. ¿Qué ocurre con los tobillos, rodillas y zona lumbar de nuestros jugadores? Está demostrado que son las lesiones más típicas de nuestro deporte y por tanto, tenemos la obligación de complementar nuestra formación en este sentido. Tomando como referencia el refranero popular “El saber no ocupa lugar” pues así es, ahora es tu momento de ampliar tu conocimiento sobre la prevención de lesiones, ¡Aprovéchalo!

Desde la Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana, agradecer la dedicación, esfuerzo y facilidad para adaptarse a Miriam Martí durante todo el proceso de elaboración. Muchas gracias Miriam por compartir con todos nosotros estas pruebas funcionales sencillas de llevar a cabo y que nos pueden permitir con una correcta planificación a prevenir las lesiones en nuestros deportistas.

 

1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad la prevención de lesiones en el mundo de la preparación física y el deporte juega un papel fundamental (Árnason, 2009). Existen numerosos programas preventivos que podemos utilizar durante la temporada que nos permitirán reducir el riesgo de lesión de nuestros jugadores. Para poder obtener el mayor rendimiento posible en nuestros jugadores, estos deben tener una salud óptima que les permita jugar al máximo nivel con continuidad, siendo importante entonces que el jugador sufra el menor número de lesiones posible (Romero, 2010). Con un buen programa de prevención de lesiones, podremos controlar y reducir el riesgo de ciertos mecanismos de lesión (Árnason, 2009)

A la hora de planificar el trabajo de preparación física, es necesario saber de qué nivel parten nuestros jugadores para saber las carencias de estos en todos los sentidos (técnico, físico, táctico, psicológico), intentando encontrar un equilibrio entre el objetivo grupal de equipo y los objetivos individuales de cada jugador. Al comienzo de pretemporada el entrenador debe buscar pruebas que pueda realizar en su contexto (por economía, infraestructuras, tipo de jugador, entre otras condiciones) para conocer el nivel de resistencia, potencia, fuerza y flexibilidad que tienen nuestros jugadores, y en base a ello planificar el trabajo posterior de equipo pero también valorar si es necesario un trabajo extra para jugadores que no lleguen a unos niveles óptimos de las capacidades condicionales o coordinativas.

De igual forma, para planificar nuestro programa de prevención de lesiones, existen las llamadas pruebas funcionales, las cuales nos van a dar una valiosa información sobre carencias en la funcionalidad, propiocepción y fuerza que puedan tener nuestros jugadores (Sekir et. al., 2008). Si conseguimos saber esto, y darle al jugador un programa de prevención ajustado a sus necesidades, podremos llegar a reducir su probabilidad de lesión y aumentar su rendimiento.

En baloncesto,  las lesiones más comunes se sufren en tobillo, rodilla y zona lumbar (Drakos et. al., 2010) Es por ello que las pruebas funcionales que se muestran a continuación van relacionadas en mayor medida con miembros inferiores y zona abdominal-lumbar, siendo muy útiles para entrenadores de baloncesto. Además unas de sus grandes ventajas es que no necesitan de apenas material, siendo también fáciles y rápidos de aplicar. Cualquier entrenador de baloncesto puede estar en disposición de realizarlos y valorarlos, ya sea en el momento o bien guardando la información en formato de video.

Junto con los test se muestran ejemplos de tablas de ejercicios que los jugadores pueden realizar según el resultado que hayan obtenido.

 

2. PRUEBAS FUNCIONALES

2.1. Hurdle test (Félix, 2016)

Este test funcional nos permitirá valorar la estabilidad de la zona lumbopélvica, el equilibrio y la flexibilidad de la cadena anterior superior (pectoral). Una mala estabilidad lumbopélvica puede llegar a aumentar considerablemente el riesgo de lesión de nuestros jugadores, ya no solo en zona lumbar (López, 2013). Además, un acortamiento en la cadena anterior superior puede llegar a producir descompensaciones posturales como hipercifosis (curvatura dorsal exagerada e hiperlordosis, curvatura lumbar exagerada) (Frisch, 2005).

Utilizaremos para este test una valla ajustable en altura. Se puede utilizar también una goma elástica atada a cierta altura, o algún otro obstáculo a la altura indicada (Figura 1)

El primer paso será ajustar la altura de la valla u obstáculo, el cual debe estar a la altura de la tuberosidad tibial (3-4 centímetros por debajo de la rodilla) de nuestro jugador. Una vez ajustado, el jugador se coloca de pie manteniendo los dedos de los pies bajo el obstáculo, y los pies juntos. Además, mantendrá sus dos manos detrás de la nuca, intentando en todo momento que en el plano lateral sus codos no sobrepasen la cara (en todo momento el observador debe poder ver la cara del jugador). (Figura 1)

Se debe mantener el equilibrio sobre una pierna mientras con la pierna contraria debe pasar la valla. Al pasar la valla, acaba el movimiento tocando el suelo con el talón, e inicia el movimiento de vuelta. Todos estos pasos se realizan de forma lenta. Mínimo para poder observar bien todos los ítems, se realiza tres veces con cada pierna de manera alterna.

Existen varios factores que tanto el jugador como el observador deben tener en cuenta (Figura 2):

– El tobillo, la rodilla y la cadera se mantienen alineados. Una mala alineación de rodilla puede ser debido a una debilidad de glúteo medio (Figura 5)

– El movimiento de la columna lumbar es mínimo. Movimientos excesivos de columna, así como inclinación del tronco hacia un lado o hacia delante, indica debilidad de la zona toraco abdominal, incluso en algunos casos inestabilidad lumbopélvica (Figura 6)

– Los brazos deben mantenerse siempre detrás de la nuca, y con los codos hacia atrás. La incapacidad de poder mantenerlos en esta posición, y no poder ver la cara del jugador, indica un acortamiento de la cadena superior anterior (Figura 7)

– El pie no debe contactar nunca con el obstáculo

– Se debe mantener el equilibrio en todo momento. Si vemos que el tobillo que está en apoyo tiene variaciones en su posiciones o movimientos laterales, podremos mejorar esto con los ejercicios recomendados para inestabilidad de tobillo (Figura 8)

 

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Figura 1. Hurdle Test. Ejecución correcta

 

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Figura 2. Hurdle Test. Ejecución errónea.

 

2.2. Test dorsiflexión de tobillo (Calatayud et. al., 2015)

La falta de flexión dorsal de tobillo (punta del pie hacia arriba) está relacionada con lesiones de tobillo y rodilla (metatarsalgia, dolor de talón, dolor femoropatelar, entre otras), muchas de ellas típicas del baloncesto. (Calatayud et. al., 2015)

Para este test necesitáremos una cinta métrica. Nuestro jugador se coloca a cierta distancia de una pared y desde ahí, con una pierna, debe intentar tocar la pared flexionando la rodilla. Es necesario que no levante el talón en ningún momento del suelo, si no la prueba no será válida. Si el jugador no es capaz de llegar a tocar la pared con la rodilla sin levantar el talón del suelo, debe acercar la pierna y volverlo a intentar. Una vez el jugador es capaz de realizarlo, se mide la distancia que hay entre el primer dedo del pie y la pared. Se realiza y compara con la pierna contraria.

 

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Figura 3. Test dorsiflexión de tobillo.

 

El test nos indicará que el jugador debe mejorar su flexión dorsal de tobillo si:

– La distancia en cualquier caso es menor a 10 centímetros

– Existe una diferencia entre las dos piernas de más de 1,5 centímetros.

En estos casos nuestro objetivo será mejorar la flexión dorsal de tobillo, teniendo para ello la tabla de ejemplo al final del artículo (Figura 9)

2.3. Single leg squat (Bailey et al., 2011)

El jugador se sitúa de pie apoyado solo sobre la pierna que se va a evaluar. La pierna contraria se posiciona flexionada a noventa grados, manteniendo el pie por detrás de la rodilla a testar. Los brazos deben estar hacia delante, con los codos completamente extendidos. Desde esta posición inicial, se pide al deportista que realice una “sentadilla a una pierna”, es decir, que flexione la pierna para bajar hasta aproximadamente 60 grados de rodilla. Esta acción se repite entre tres y cinco veces.

A continuación se muestran las observaciones que debemos realizar. Junto a ellas, se define la causa de estas anormalidades a grandes rasgos, sin entrar en detalles de aspectos individuales más precisos dependiente del jugador que tengamos y sus características:

– Durante la posición inicial, observar si la pelvis está alineada o bien cae hacia la pierna no apoyada (signo trendelenburg).  El glúteo medio de nuestro jugador será débil e insuficiente si no es capaz de estabilizar la posición y mantener la posición alineada. (Figura 5)

– Movimiento de valgo (hacia dentro) de rodilla durante la fase de flexión de rodilla. Debemos fortalecer glúteo medio. Si además durante la fase de vuelta a la posición inicial hay un mal control de rodilla, debemos fortalecer glúteo mayor. (Figura 5)

– Movimientos excesivos de tobillo y/o dificultad para mantener el equilibrio. Prestaremos atención a la mejora de la propiocepción y estabilidad de tobillo para evitar lesiones  (Figura 8)

– Flexión excesiva del tronco en el momento de flexión de rodilla. Recomendable trabajar sobre el glúteo medio y la zona abdominal. (Figura 6)

 

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Figura 4. Single leg squat. Ejecución errónea.

 

3. EJEMPLOS DE EJERCICIOS

3.1. Glúteo medio

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Figura 5. Ejemplo de ejercicios para fortalecimiento glúteo medio.

 

3.2. Estabilidad y fortalecimiento lumbopélvico

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Figura 6. Ejemplo de ejercicios para fortalecimiento y estabilidad lumbopélvica.

 

3.3. Acortamiento cadena anterior

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Figura 7. Ejemplo de ejercicios para ganar flexibilidad en cadena anterior.

 

3.4. Estabilidad tobillo

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Figura 8. Ejemplo de ejercicios para ganar estabilidad de tobillo

 

3.5. Dorsiflexión de tobillo

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Figura 9. Ejemplo de ejercicios para ganar flexión dorsal de tobillo.

 

4. CONCLUSIONES

El propósito de este artículo ha sido dar unas herramientas básicas a los entrenadores a través de test fáciles de ejecutar con los que poder sacar información valiosa sobre diferentes aspectos que influyen en el riesgo de lesión de los jugadores. Con ello los entrenadores podrán dar un salto de calidad en su programación de preparación física y detectar los casos de jugadores con, teóricamente, mayor riesgo de lesión. Pasar estos test en pretemporada no precisan de gran economía, conocimientos o tiempo. Siguiendo los pasos que se indican podemos recoger los resultados de manera fácil y rápida. La prevención de lesiones es un apartado del baloncesto que se debe realizar en todas las categorías, por lo que estas pruebas también se han buscado con el fin de que se abra a todas las edades y deportistas.

Si además de detectar los casos de jugadores con riesgo de lesión, les damos a estos una rutina de ejercicios adaptados a sus necesidades y características, les ayudaremos a conseguir un mayor rendimiento reduciendo los días de baja durante la temporada. Se debe tener en cuenta que los ejercicios mostrados en este artículo sirven como ejemplo, pero en la práctica sería interesante desarrollarlos aún más y realizar una progresión de dificultad una vez el jugador los vaya dominando (variabilidad del entrenamiento).

 

5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Árnason, Á. (2009). ¿Cuál es la evidencia científica en los programas de prevención de la lesión muscular? Apuntes. Medicina del Deporte, 44(164), 174-178.

Bailey, R., Selfe, J., y Richards, J. (2011). The single leg squat test in the assessment of musculoskeletal function: a review. Physiotherapy Practice and Research, 32(2), 18-23.

Buchanan, A. S., Docherty, C. L., y Schrader, J. (2008). Functional performance testing in participants with functional ankle instability and in a healthy control group. Journal of athletic training, 43(4), 342-346.

Calatayud, J., Martin, F., Gargallo, P., García‐Redondo, J., Colado, J. C., y Marín, P. J. (2015). The validity and reliability of a new instrumented device for measuring ankle dorsiflexion range of motion. International Journal of Sports Physical Therapy, 10(2), 197–202.

Claiborne, T. L., Armstrong, C. W., Gandhi, V., y Pincivero, D. M. (2006). Relationship between hip and knee strength and knee valgus during a single leg squat. Journal of applied biomechanics, 22(1), 41.

Drakos, M. C., Domb, B., Starkey, C., Callahan, L., y Allen, A. A. (2010). Injury in the National Basketball Association: a 17-year overview. Sports Health: A Multidisciplinary Approach.

Félix, H. D. (2016). Evaluación del movimiento funcional del equipo de baloncesto sub16 representativo del estado de sonora. EmásF: revista digital de educación física, (38), 119-133.

Frisch, H. (2005). Método de exploración del aparato locomotor y de la postura. Editorial Paidotribo.

López, P., y Rodríguez, F. (2013). Importancia del entrenamiento de estabilización lumbopélvica en el rendimiento deportivo y en la prevención de lesiones (I). Futbolpf: Revista de Preparación física en el Futbol, (9), 13-23.

Pascual, C. M., Pérez, V. R., y Calvo, J. S. (2008). Epidemiología de las lesiones deportivas. Fisioterapia, 30(1), 40-48.

Romero, D y Tous, J. (2007). Prevención de lesiones en el deporte. España: Panamericana.

Sekir, U., Yildiz, Y., Hazneci, B., Ors, F., Saka, T., y Aydin, T. (2008). Reliability of a functional test battery evaluating functionality, proprioception, and strength in recreational athletes with functional ankle instability. European journal of physical and rehabilitation medicine, 44(4), 407-415.

Ugalde, V., Brockman, C., Bailowitz, Z., y Pollard, C. D. (2015). Single leg squat test and its relationship to dynamic knee valgus and injury risk screening. PM&R, 7(3), 229-235.

Willson, J. D., Ireland, M. L., y Davis, I. (2006). Core strength and lower extremity alignment during single leg squats. Medicine and science in sports and exercise, 38(5), 945.

Miriam Martí Cervera (Graduada en Fisioterapia y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte)

1 Comentario

  1. Brenda Arce

    Un artículo muy interesante y completo. Excelente trabajo. Enhorabuena!

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