Hoy recuperamos un clínic de Juan Carlos Arrarte: “Juego de espaldas en categorías de formación”. Desde la FBCV consideramos que los espacios interiores, incluso los intermedios, son espacios a recuperar en las categorías de formación, o por lo menos, a incidir más en ellos en el proceso de formación del jugador.

Juan Carlos (entrenador Superior, entrenador del Programa de Tecnificación y técnico del SCD Carolinas y C.B. Ilicitano) nos ayudó con este clínic a incidir en la idea, pero sobre todo lo enmarcó dentro de una metodología a seguir en la construcción del jugador. Recuperamos los apuntes preparados por Juan Carlos para la ocasión. Esperamos que sean de vuestro agrado y que os inciten a la recuperación de estos espacios para enriquecer tanto al jugador como al juego colectivo. En ningún momento Juan Carlos habla de especialización, pero sí de ocupación de los espacios interiores, sea cual sea el jugador.

Gracias Juan Carlos, una vez más.

 

OBJETIVOS

1. Acercar el balón al aro

2. Juego de espaldas al aro

3. Reconocer prioridades en el juego colectivo

 

1. ACERCAR EL BALÓN AL ARO

¿Para qué quiero acercar el balón al aro?

– finalizaciones más cercanas

– atraer atención ayudas defensivas

– liberar finalizaciones de exteriores

 

¿Cómo puedo acercar el balón aro?

 

Con pase

 

Aspectos que dependen del pasador

– llegar a sitios de pase interior (45º)

– desmarcar el balón para el pase

– momento de pase

 

Aspectos que dependen del receptor

– fijar defensa

– ofrecer blanco

– recepción

– dar continuidad al juego. Al igual que en casi cualquier situación del juego (acrecentada con la cercanía del aro en este caso), el jugador con balón tiene que ser consciente de su privilegiada situación en el juego para finalizar o para dar continuidad al juego aprovechando las posibles ayudas defensivas

 

Una de las mayores dificultades para que, en la iniciación, un pase interior llegue a su destino es la falta de intenciones en el juego que tienen los jugadores, centrados en el aspecto concreto del entrenamiento y necesitando continuos feed back que hagan que las nuevas experiencias se sumen a las ya vividas.

 

Botando

Muchas veces pretendemos que los jugadores lleven el balón a sitios concretos mediante pases en lugar de botando para restringir en lo posible esta acción y dar continuidad al juego. Sin embargo ocupar posiciones interiores (ya sea en transición o en estático) mediante el uso del bote es una opción muy efectiva y poco utilizada. Se puede dar cuando se elige una de estas dos [1]intenciones:

– ocupar posiciones cercanas al aro desde la línea de tres puntos. Se pretende acercar el balón mediante el bote.

– tras jugar 1×1. Es una elección que no se suele ver en jugadores poco expertos ya que tienden a dejar de botar tras iniciar una acción de 1×1 y no tener éxito en la misma.

 

2. JUEGO DE ESPALDAS

Algunos aspectos importantes serían:

– Pivotes

– Cadencia de bote

– Fintas

– Finalizaciones

 

A través de una buena base motriz, el jugador será capaz de realizar cualquier gesto deportivo pero las soluciones se presentan de forma totalmente distinta según las experiencias motrices que hemos tenido a lo largo de nuestra vida y de cómo las hemos aprendido. La individualidad se va autoperfeccionando, se va autoestimulando en función de la cantidad de experiencias que se han tenido sobre experiencias no lineales.

 

3. RECONOCER PRIORIDADES DEL JUEGO COLECTIVO

El jugador tendrá que ser capaz de conocer la prioridad del juego colectivo:

– no ocupar espacios que están ocupados o van a ser ocupados

– atraer atención

– crear otras líneas de pase

– crear ventaja para un jugador determinado y en un espacio útil

– crear situaciones de colaboración

 

4. TÁCTICA INDIVIDUAL Y TÁCTICA COLECTIVA

La táctica individual es un proceso por el cual el jugador interactúa (con el adversario, consigo mismo y con el resto de elementos del juego), evalúa las alternativas y realiza la acción técnica. Es decir, la táctica individual se relaciona con la ejecución de la técnica adecuada, en el momento oportuno, para conseguir el objetivo de superar al adversario. Nuestra labor como entrenadores es dar a los jugadores la mayor cantidad posible de experiencias de juego que les obliguen a variar las respuestas ante las cambiantes situaciones y ayudarles a reconocer la defensa o el ataque para orientarles en la acción a realizar.

La táctica colectiva es el proceso en el que el jugador interactúa (con los oponentes, con el balón, con los compañeros, consigo mismo y con el resto de los elementos estructurales del juego como espacio, tiempo o reglamento), evalúa colectivamente las alternativas y ejecuta las acciones técnicas. Lo que caracteriza a la táctica colectiva es la globalidad del enfrentamiento, ya que no basta con que cada jugador actúe por libre, sino que es el equipo el que debe percibir la situación, valorarla y ejecutar las acciones más convenientes. Por lo tanto, la táctica colectiva está basada en una correcta actuación individual pero debe abordarse desde la perspectiva de equipo.

Dentro del juego colectivo separamos dos tipos de actuaciones, los medios tácticos y los sistemas. Los medios tácticos son acciones concretas de colaboración entre dos o tres jugadores (mano a mano, bloqueo directo, juego interior, bloqueo indirecto, triangulaciones…), que parte de los principios básicos de la táctica individual. Mientras que en los sistemas los jugadores actúan de una manera establecida con anterioridad, siendo mucho más específicos.

 

El jugador deberá ser capaz de utilizar medios tácticos para:

– obtener ventajas y aprovecharlas

– relacionarse táctica y estratégicamente con el resto de los compañeros para lograr un estilo de juego colectivo

– aumentar sus recursos dentro del juego colectivo

 

Podemos marcar cinco etapas en el proceso de formación del jugador en la táctica colectiva, cuya duración dependerá del ritmo de aprendizaje y evolución mostrados por el grupo de jugadores. Esto significa que un equipo puede permanecer centrado en el desarrollo de los contenidos de una etapa durante un periodo de un año, mientras otro puede necesitar prolongar esta fase hasta cubrir los requisitos necesarios para afrontar la siguiente.

 

Etapa 1: Centrada en la posesión del móvil y con el objetivo general de potenciar el desarrollo de la capacidad individual de juego en situaciones de oposición simple (1×1). Es necesario asumir que durante un tiempo el niño deberá satisfacer sus necesidades egocéntricas relacionadas con la posesión del balón, sin que tenga la obligación de compartirlo. Actuar contra la propia naturaleza del niño no ayudará más en el proceso de socialización y, por el contrario, podría representar una causa importante para provocar frustración y abandono.

Por otra parte el niño siente la necesidad de conseguir el principal objetivo del juego: encestar, por lo que la posesión del balón le hace sentirse protagonista del juego y le ayuda a mejorar su autoestima.

 

Etapa 2: El objetivo general es ampliar las experiencias relacionadas con la posesión del balón aunque iniciando al concepto de cooperación mutua a través de los Medios Tácticos Colectivos Básicos del juego de 2 x 2.

Se trata de continuar el trabajo anterior aunque desde una concepción colectiva, aún muy básica, en la que tanto jugador con balón como posible receptor se ayudan mutuamente cooperando. Podemos decir que existe un doble objetivo: aprendizaje de los conocimientos y conductas del juego con balón que se producen con ayuda y, por otro lado, del juego sin balón simple.

 

Etapa 3: Tras un tiempo en el que se ha priorizado la formación individual relacionada con la posesión del balón y el juego sin balón simple, es necesario establecer un periodo dedicado a lo que denominamos “juego sin balón con ayuda”. Esto no significa que se abandone el trabajo anterior pues la tónica general durante todo el proceso al cambiar de una etapa a otra, dado el carácter continuo de éste, será afianzar los aprendizajes anteriores e integrar los nuevos.

 

Etapa 4: Se ha llegado a un momento del proceso en el que creemos que se dan las bases para centrarse en el “juego sin balón complejo”. Básicamente se trata de potenciar el desarrollo de las habilidades para jugar sin balón pero contando con la ayuda de los compañeros de equipo que colaboran para facilitar los desmarques mediante acciones colectivas de grupo.

 

Etapa 5. Inevitablemente, en un proceso normal, llegados a este momento debemos estar próximos a la etapa en la que se espera alcanzar un rendimiento deportivo óptimo. Cuando termine esta fase el jugador debe estar preparado para participar en un proyecto deportivo orientado exclusivamente a la obtención de los mayores logros competitivos posibles. Esto significa que durante el tiempo que dure esta fase y como colofón a todo un proceso, debe alcanzar un nivel adecuado a tal fin, paliar sus carencias, perfeccionar sus habilidades individuales con una orientación específica y mejorar las capacidades y conocimientos que le permitirán participar con éxito en el desarrollo de acciones colectivas.

 

EJERCICIOS

La actividad está encuadrada en el plan de formación continua de la Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana, por lo que los ejercicios planteados no responden a ninguna planificación o programación real de una temporada. Su principal objetivo es servir de aplicación práctica de la fundamentación teórica realizada sobre el juego de espaldas en categorías de formación.

 

1. Juego de los 10 pases. Cada tres pases uno deberá de ser en la zona o en cercanía de la zona

 

1

2. 2×2. Ataque con balón pisa banda y valorar qué hacer, pasar a 2, penetrar o tirar.

 

2

3. 1×1. El atacante tendrá que jugar de espaldas y tocar una cuerda antes de lanzar a canasta.

 

3

4. 1×1 + dos pasadores. Ataque y defensa en el poste medio y dos pasadores con balón en cada 45º. En el lado que empieza el atacante tendrá dos botes para finalizar, y si corta para recibir del lado contrario tendrá que hacerlo sin botar.

 

4

5. 1×1 + ataque con cono que buscará una posición cercana al aro para plantar el cono de pie (pase interior)  o tumbarlo (1×1 exterior).

 

6. 1×0 cerca del aro, compañero (con balón) en 6’25 que puntúa si toca el balón del ataque lanzando el suyo (fintas).

7. 1×1 defensa con balón en esquina de tiros libres y ataque con un pie dentro y otro fuera de la zona al lado del aro. Defensa pasa al ataque que tendrá que finalizar orientando su cuerpo al aro sin bote o con un  bote.

8. 5×5. Cada vez que el balón esté en posiciones cercanas al aro (fuera de la zona), si dos defensas tocan al atacante con balón, éste lo pierde. Si la recepción es dentro de la zona, la norma no será válida.

9. De 2×2 a 5×5. Sólo valdrán las canastas que consiga el ataque sin que ninguna defensa esté en contacto en el momento de finalizar, salvo si hay pase dentro de la zona que sólo no será válida si dos defensas tocan al ataque.

10. 4×4 + apoyo que se mueve por los postes medios. El apoyo puede finalizar pero perderá la posesión el equipo atacante si alguna defensa toca al apoyo mientras está botando o en el momento de finalizar.

 

BIBLIOGRAFÍA

– Táctica Individual/Táctica Colectiva (Estella 2001) Abaurrea, José Luis

– El proceso de formación táctica colectiva en el baloncesto desde la perspectiva    constructivista.  Cárdenas, David

– Planificaciones para diversos clubs y ejercicios de Valentín García Plaza (Moni)

– Apuntes y reflexiones personales

 

Juan Carlos Arrarte (entrenador Superior y técnico del Programa de Tecnificación)



[1]  Son las actuaciones tácticas que, de forma libre o más estructurada, se producen en el juego y que podrán ser globales (acercar el balón al aro) o concretas (acercar el balón al aro por medio de un bloqueo indirecto entre postes).

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