Las ligas regulares tocaron a su fin, los equipos clasificados en las competiciones Senior, Junior e IR se encuentran participando o lo han hecho ya en las fases finales de cada categoría.
Dar el adecuado servicio de arbitraje a cada nivel de competición con los miembros del CTA propuestos, supone cada vez más una tarea difícil en cuanto a la elección final de los mismos. ¿Por qué? La respuesta es clara, y aunque aún se pueda pensar que los árbitros se “examinan” con estas fases finales, nada más lejos de la realidad de este concepto arcaico y de épocas pasadas. Hoy en día y gracias a una estructura técnica consolidada basada en una clara línea de trabajo de formación continua de todos los grupos de árbitros y oficiales de mesa, los elegidos finalmente no son por casualidad sino por el fruto de su trabajo semana tras semana, de mejora constante, y no sólo de los conceptos técnicos sino de cualquier faceta fundamental que finalmente posibilita realizar el trabajo arbitral correctamente. Hay infinidad de variables que hacen que algunos se queden en el camino, otros se mantengan y la realidad nos dice que un gran porcentaje, y que coincide en tiempo con el inicio de los Cursos de Formación de Acceso, han decidido evolucionar y adaptarse (bien por sus cualidades e interés) a las exigencias marcadas por el CTA con sus miembros, sin importarles los tiempos para lograr sus objetivos finales. Éstos necesariamente se alcanzarán siguiendo el camino que marca la oferta propuesta por la FBCV de formación continua (sin barreras de temporadas) y sobre todo por la aptitud y talento individual.
Contar o no contar con uno u otro se convierte en un trabajo donde se profundiza en el perfil de cada miembro del CTA y que finalmente tras el seguimiento en las competiciones, en las actividades ordinarias y de tecnificación, junto a las valoraciones particulares y globales, constituye la base de los mecanismos para decidir que árbitros y oficiales de mesa son idóneos en ese momento.
Hemos pasado de unas épocas ya pasadas de poca o nula aceptación de la labor arbitral en estas fases finales, a unas actuales donde el árbitro pasa desapercibido, aspecto fundamental al final de cualquier encuentro. La preparación a nivel técnico, físico, de relación con los participantes…es la consecuencia de este giro en la valoración del equipo arbitral, y que constituye un pasito más de los muchos que el árbitro y oficial de mesa debe dar desde su incorporación al CTA, y que necesariamente deberá seguir dando en el futuro, hasta alcanzar el nivel óptimo para poder participar en las competiciones más altas. 
Ferando Carrasco ( Director Técnico Arbitral FBCV)

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